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Personajes de la revoluciĆ³n de Chuquisaca

FERNANDO VII

El joven rey fue destronado y desterrado por Napoleón, emperador de Francia y amo de toda Europa, que puso a su hermano José Bonaparte en el trono de España. Corrió la  voz en la plata o Chuquisaca  que el presidente de la audiencia  García Pizarro y el Arzobispo moxo querían entregar el territorio de la audiencia de la princesa carlota, hermana de Fernando y esposa del regente del Brasil, mientras durase l cautiverio del rey destronado.

 

      

 

 

RAMON GARCIA DE LEON Y PIZARRO 

Ejerció la presidencia de charcas desde 1797  hasta el 26 de mayo de 1809 en el que fue depuesto y apresado. Antes había ejercido con brillo altas funciones en Guayaquil y quito. Fue gobernador de salta y fundador de Oran en el norte Argentino.                                                                                                                                   Cuando llego a la plata encontró una ciudad afeada con muladares, barrancos interiores, calles sin empedrados y sucias. Se preocupo de la limpieza y el ornato. Hizo enlozar las veredas de 85 cuadras, embelleció el prado (parque bolívar) con tres avenidas arboladas.

 

      

 

 

 

BRIGADIER  JOSE MANUEL  DE GOYENECHE

General del ejercito español, nacido en el Perú, enviado oficialmente pro la “junta de Sevilla” para reclamar la adhesión de las autoridades americanas, pero al mismo tiempo trajo otras dos credenciales, unas de la autoridades francesas que ocupaban en España y otra de la princesa Carlota d Joaquina, esposa del gobernante del Brasil y hermana de Fernando VII, interesada en extender su reino hasta esta tierras.

El virrey Abascal envió a Goyeneche a sofocar la revolución del 16 de julio al mando de 5.000 hombres. Venció a los patriotas y condeno a los insurrectos a la pena capital o a otras menores.

 

       

 

 

BENITO MARIA DE MOXO Y FRANCOLI

Arzobispo de La plata    

 Nacido en Cataluña (España). Catedrático en su patria, muy culto y letrado.

Arzobispo de la plata desde enero de 1807. Amigo y consejero del presidente de la audiencia, Ramón García Pizarro, fue acusado junto a este por los revolucionarios de querer “entregar el país a los portugueses”, acusación que fue el detonante de la revolución del 25 de mayo d 1809.

En la noche huyo a pie hasta el cantón sijcha. Fue desterrado a salta por los jefes argentinos que ocuparon Chuquisaca.

           

 

 

OIDOR  DON JOSE DE LA IGLESIA

Regente de la real audiencia de charcas

En su casa, contigua a la pretorial, donde residía el presidente Ramón García Pizarro, se reunieron los oidores, sus esposas, doctores de la universidad y numerosas personas para exigirle a Pizarro su dimisión, la noche del 25 de mayo de 1809.

 

 

           

 

 

 

JUAN ANTONIO ALVARES DE ARENALES

Por su actuación protagónica el 25 de mayo, fu e designado comandante general por la audiencia gobernadora. Desde entonces se sumo  a la causa de la independencia.Sometida Chuquisaca por el mariscal nieto, arenales fue remitido preso a lima. A poco salió libre y se dirigió a la argentina.

Regreso a Chuquisaca en 1813 con el ejército de Belgrano, que lo mando como jefe superior a dirigir las guerrillas. En Santa Cruz gano la batalla de florida, donde fue gravemente herido. De regreso a la argentina, se incorporo al ejército de San Martin que libero a chile y Perú.

Allí gano la batalla de cerro de Pasco, mereciendo el grado de mariscal. en abril de 1825 acompaño al mariscal sucre en su ingreso a Chuquisaca.

 

               

JAIME DE ZUDAÑES

Nacido en la plata el 25 de julio  de 1772, se graduó de doctor en leyes n 1792 y perfecciono sus estudios en la academia Carolina, en la cual obtuvo licencia generales (1795). La audiencia de charcas lo designo abogado defensor de pobres.

Apresado por orden del presidente Pizarro como presunto conspirador, cuando lo llevaban preso a las 5 d la tarde del 25 de mayo de 1809 gritaba:”!pátrianos me llevan a ejecutar!”. Sus amigos tocaron a  rebatos las campanas. Se reunió un tumulto que pedía su libertad y que ataco la casa del presidente de la audiencia. Así comenzó la revolución.

             

 

        

 

MARIANA ZUDAÑES

Cuando al atardecer del 25 de mayo fue detenido Jaime Zudáñez y llevado preso a punta de pistola por orden del presidente de la audiencia  su hermana mariana salió tras los soldados, gritando enardecida: “paisanos defiendan a mi hermano por ser leal y buen vecino”.

          

 

                

 

 

 

 

JOSE VERNARDO MONTEAGUDO

Con su palabra y su acción, fue el genio propagador de la idea revolucionaria en buenos aires, Santiago y lima y después lo fue bolívar en esa ciudad. Allí murió asesinado.

Nacido en Tucumán se graduó de abogado en la universidad de san Francisco Xavier  y realizo práctica forense o procesal en la academia carolina. Ejercía el cargo de defensor  de pobres en civil ante la audiencia de charcas. Participo activamente en la revolución  del 25 de mayo. tenia solo 19 años.

 

        

 

                   

MARIANO MICHEL

Logrado por los oidores y el pueblo chuquisaqueño el derrocamiento del presidente de la audiencia de charcas, Ramón García Pizarro  el 25 de mayo de 1809, fueron enviados a otras ciudades emisarios encargados de promover el cambio de las autoridades y el reconocimiento de la audiencia gobernadora, sita n la plata o Chuquisaca. Bernardo Monteagudo fue enviado a potosí, los doctores alzerreca y pulido a Cochabamba y mariano (malaco) Michel a la paz.

           

 

 

 

              

JOSE JOAQUIN DE LEMOINE

El y su hermano Juan Manuel, ganaron la torre de san francisco y echaron al  vuelo las campanas de la noche del 25 de mayo, convocando a al pueblo contra el presidente de la audiencia, cuya custodia se le encomendó cuando dimitió du cargo y fue apresado.

Poco mese después sometida Chuquisaca a la autoridad del mariscal nieto, lemoine como muchos otros patriotas, emigro a buenos aires. Allí se alisto en la primera compañía de los ganaderos patricios y marcho para liberar el alto Perú con el primer ejército auxiliar argentino. Participo en la desastrosa batalla de guaqui y en la consiguiente retirada del ejército patriota hasta la argentina.

 

 

               

JOSE BENITO ALZERRECA

En su domicilio colindante con la universidad – actual casa   de la libertad -, se reunían los doctores de charcas que conspiraban contra el régimen colonial.

Actor de la revolución del 25 de mayo de 1809, alzerreca fue enviado, con el doctor pulido, a Cochabamba para promover allí la adhesión de esa poblacional movimiento iniciado en Chuquisaca.

 

               

 

 

 

 

JUAN MANUEL MERCADO

Patriota chuquisaqueño, participante activo en la revolución del 25 d e mayo. Juntamente con mariano Michel fue comisionado para promover en la paz el cambio de autoridades, que se realizo mediante la acción revolucionaria del 16 de julio  de 1809.

                   

 

 

             

 

 

 

TERESA BUSTOS DE LEMOINE

Fue esposa de José Joaquín de lemoine, uno de los principales actores de la revolución del 25 de mayo de 1809. Cooperando con su marido, ella se plegó decididamente a la causa de la independencia.

Dominados los revolucionarios por el mariscal Vicente nieto, nuevo presidente de la audiencia, doña teresa bustos intervino activamente en los trajines revolucionarios, mientras su esposo, refugiado en buenos aires, se incorporaba al ejercito contra   las fuerzas virreinales.

Descubierta la actividad conspirativa de la señora bustos, fue desterrada con sus pequeños seis hijos y otras matronas.

 

 

               

MANUEL EUSEBIO RUIZ

Abogado ante la audiencia de charcas. Participo activamente en la revolución del 25 de mayo cuando la plata fue sometida por el mariscal nieto, nuevo presidente de la audiencia, Ruiz emigro a buenos aires, donde primeramente ejerció su profesión.

a poco se incorporo al ejercito de la independencia alcanzando el grado de comandante de caballería. Por sus meritos militares en la guerra, fue condecorado con la medalla el libertador  bolívar.

 

             

 

 

 

ANGEL MARIANO  TORO

Escribano de la cámara de la real audiencia de charcas, por tomar parte activa en la revolución del 25 de mayo, amonestado por orden del mariscal Vicente nieto, fueron confiscados sus bienes.

 

 

 

                 

 

 

 

 

JOSE MARIANO SERRANO

Aun estudiante universitario, tomo parte de la revolución el 25 de mayo. Colaboro con el sub delegado arenales, convirtiéndose en propagandistas de las ideas revolucionarias.

Después de la derrota de huaqui fue perseguido y proscrito por los realistas, trasladándose a Tucumán donde difundió sus principios republicanos.

Presidio la asamblea deliberante el 6 de agosto de 1825 que fundo la república de Bolivia y redacto el acta de la  independencia.

 

          

 

 

EL  QUITACAPAS

Natural de rio de janeiro, mulato, mujeriego, guitarrista, tahúr y ladrón, francisco ríos, tras robar una mula en potosí, llego al la plata acompañado del “jucucha”.

Hallábase jugando y bebiendo chicha donde las “coheteras” con  los diez pesos que  obtuvo por una mula, cuando las campanas de la capital tocaron a rebato al anochecer el 25 de mayo de 1809. salió de la chichería a ve que pasaba y rápidamente encabezo a la plebe que apedreaba la casa pretorial del presidente de la audiencia  exigiendo la libertad de Jaime Zudáñez.

 

 

           

 

EL TATA POLANCO

Mariano Zudáñez Polanco, fraile franciscano natural de la provincia tomina, participó en las acciones  del 25 de mayo de 1809 como delegado del pueblo ante el presidente de la audiencia, García Pizarro. Vencida la revolución chuquisaqueña, el “tata” Polanco se puso a  un recaudo en tomina. Poco después, con sables y pistolas se incorporo a la guerrilla de los esposos padilla en dicha provincia. Estuvo al lado del caudillo cuando fue mortalmente herido en el villar. Lo absolvió antes de que fuera decapitado.

 

 

             

 

 

CASIMIRA DE USSOZ Y MOZI

Esposa del oidor de la audiencia d charcas, José Agustín ussoz y mozi, complicado con sus colegas en el derrocamiento del presidente de ese tribunal, García Pizarro, el 25 de mayo de 1809. al anochecer de ese día, doña Casimira incitaba al populacho desde el balcón de su casa para que atacara la casa pretorial de Pizarro.

El nuevo presidente de la audiencia, mariscal nieto, desterró al oidor. su esposa, doña Casimira, sufrió varios ultrajes de las autoridades españolas hasta ser amordazada públicamente por haber apoyado la insurrección del 25 de mayo y desconocido de la autoridad de Goyeneche, el jefe realista enemigo de los oidores de la audiencia.

 

              

 

JUAN ANTONIO FERNANDEZ

 Patriota que tomo parte de la revolución del 25 de mayo de 1809, y desempeño el cargo de gobernador intendente de la plata, en remplazo de traidor coronel Martin rodríguez, llamado así por el general rondeau  a causa de haber robado los caudales públicos y puesto la causa de la independencia en la mas comprometida situación, proclamando incesantemente la forma federal en el gobierno de Chuquisaca.

 

 

               

 

 

MANUEL ANTONIO TARDIO Y AGORRETA

Alguacil mayor de la corte de la audiencia de charcas

Al anochecer del 25 de mayo de 1809 trato de impedir que los revolucionarios tocaran a rebatos las campanas de la catedral y cometieran atropellos. Durante la guerra de la independencia, al mando de un destacamento, combatió en mesa verde (refinería) y la recoleta contra la guerrilla de padilla y de doña Juana.

 

              

 

 

 

MARISCAL VICENTE NIETO

El que aplasto la revolución del 25 de mayo.

En conocimiento de la revolución operada en la plata o Chuquisaca y del derrocamiento y prisión del presidente de la audiencia de charcas, el virrey de buenos aires envió al mariscal Vicente nieto hacia la plata con un fuerte destacamento de soldados para restablecer el orden legal en la capital y ocupar la presidencia de la audiencia.

                   

 

 

               

La Primera Gesta Libertaria

Primera gesta  libertaria  (25 de mayo de 1809)

La situación en España

La invasión de la península por las tropas de Napoleón  fue el acontecimiento que señalo el destino  de las colonias de América. Capturados Carlos IV  y su hijo el príncipe heredero  Fernando  VII, Napoleón puso en su lugar  a su propio hermano  José, proclamándolo rey de España. En Sevilla se formo  una junta para gobernar  el país mientras duraba el exilio de los borbones, y este  quedo dividido entre “Carolinos, Fernandinos  y hasta bonapartistas”. Todo el sistema español se basaba en la fidelidad al monarca. Se vio sacudido hasta los cimientos, y de esta circunstancia   se aprovecharon los americanos para proclamar su mayoría de edad y su derecho a la independencia.

Precursores de la revolución

En este movimiento los universitarios de charcas que provenían de diversas partes del continente, Buenos Aires, Cuzco, Asunción, etc. , tuvieron un papel como propagandistas  de los ¨derechos del hombre¨  que habían proclamado la revolución francesa (1789) , de los ideales republicanos de Norteamérica. Ellos, en sus reuniones en los claustros de san francisco Xavier y de la academia carolina, habían puesto ya hace tiempo en tela de juicio, la legitimidad del gobierno colonial y la necesidad de  que los pueblos del continente eligieran sus formas de gobierno y administraran sus asuntos , de acuerdo a sus propios intereses. Estas discusiones las mantenían, naturalmente en privado por temor a la delación y organizaban clubes a los   que invitaban solamente a quienes compartían sus ideas.

Estos inquietos espíritus no eran otros que ciertos letrados salidos de la universidad de san francisco Xavier de Chuquisaca. Unos allí mismo y otros fuera de allí, a la vez en un extremo y en otro virreinato de buenos aires y o  la paz, guardaban la coyuntura propicia de la emancipación hispano americana.

La idea revolucionaria surgió desde la plata, desde que se tuvo conocimiento  de que había desaparecido  de dinastía legítima en el trono de España e indias. “las colonias no pertenecen a la nación española, sino al rey, a titulo feudal. Así lo que proclaman las leyes  de indias. La sumisión y vasallaje no son a  España, sino a la persona de el rey, prisionero este las provincias de América  deben velar por su  seguridad y sus propios destinos”. Tal era el fundamento jurídico que los doctores de charcas habían ideado par cimentar la propaganda revolucionaria desde 1808, fundamento que servía para dar forma legal a los antiguos anhelos de independencia y para que el pueblo fuera capas de comprenderlos.

Misión de  Goyeneche

En estas circunstancias llego a América un criollo peruano José Manuel  de Goyeneche, enviado oficialmente por la “junta de Sevilla” para reclamar la adhesión de las autoridades americanas, pero al mismo tiempo trajo otras dos credenciales: una, de las autoridades francesas  que ocupaban  en España y otra  como enviado de la princesa Carlota Joaquina  esposa de el príncipe portugués que gobernaba Brasil. Ella pretendía que se le entregasen las colonias españolas  mientras  durase el cautiverio en Francia de su hermano Fernando VII.

CLIMA DE TENCION

Los sucesos acaecidos en Europa se proyectaron hasta Chuquisaca que se mostraba consternada  por la suerte de el rey Fernando VII y por las divergencias entre el presidente dela audiencia, Ramón García León y Pizarro, y el arzobispo moxo y Francolí, de un lado, y los oidores y doctores de el otro.  Esta tirantez fue agravada con la llegada de Goyeneche, quien solicito la reunión de los oidores para  explicar al función que lea había otorgado la “junta de Sevilla”. Los miembros de la audiencia desconocieron las pretensiones de la princesa Carlota. Esta actitud disgusto  grandemente al brigadier que llego al extremo de injuriar a don Antonio Boeto, regente de la audiencia.

la oposición de los oidores al presidente de la audiencia  se hizo mas tenaz, porque descubrieron su apoyo a las aspiraciones de la princesa Carlota, en el sentido de apoderarse de las colonias españolas en sud América, y por haber ofrecido a Goyeneche las fuerzas armadas para poder proceder  contra los oidores.

al transcurrir los días de mayo, se hizo manifiesta la hostilidad de los miembros de la audiencia de el presidente García León y Pizarro que había instruido un sumario secreto contra ellos y contra varios vecinos notables  de la ciudad, acusándolos  de agitadores. La inquietud de la población iba en aumento, se hicieron circular rumores para desacreditar a García Pizarro y al arzobispo Moxo, acusándolos de estar dispuestos a entregar los dominios de España a Portugal, siendo por tanto traidores a la causa de Fernando VII”

EL  25 DE MAYO DE 1809

  A la voz de “quieren entregarnos a los portugueses” la agitación llego al colmo. Pizarro se vio obligado  a tomar algunas medidas, entre ellas detener a dos cabecillas de la plebe, los hermanos  Zudáñez. Se hablaba también  de que tenía la intención  de prender  a los oidores. a las  siete de la noche de el jueves 25  de mayo de 1809 los soldados  llevaban preso al abogado Jaime Zudáñez . Durante el recorrido de la cárcel lanzo invocaciones al pueblo  para que se movilizara en defensa de su persona. Sus gritos parecieron el santo y seña que esperaban los revolucionarios.

Los hermanos Joaquín y Juan Manuel  Lemoine  ganaron la torre de la iglesia de San Francisco  y echaron al vuelo las campanas convocando  al pueblo a luchar por la libertad.

De portales y bocacalles  surgieron sonoros vítores al rey ¡viva Fernando VII! y ¡muera el mal gobierno! eran las expresiones que encubrían los fines últimos del movimiento revolucionario.

 Ante la amenaza del populacho, García Pizarro, dispuso la libertad del doctor Jaime Zudáñez, pensando en aplacar los ánimos, pero el tumulto paso a exigir la renuncia del presidente de la audiencia.

“la excitación era general en toda la ciudad. Gente de ambos sexos y de todas las edades convergían hacia la plaza….Michel, Monteagudo, los dos Zudáñez, los dos Lemoine, Toro, Miranda, Silvilat, Paredes, Amaite, Cuellar,  la noche desembocase en algo más que un alboroto  intrascendente.

El pueblo chuquisaqueño se movía como un oleaje arrastrado por  diferentes corrientes. Actuaba, principalmente, por su propio impulso, en romántica defensa de Fernando VII, el joven rey de quien se había dicho que era la personificación de todas las virtudes, que estaba desterrado de su patria por decisión de  un déspota, a quien el presidente Pizarro y el  Arzobispo, abusando de que estaba cautivo, querían hacerle perder su trono, sus dominios y sus vasallos entregándolos a Portugal y al Brasil. Lo habían incitado con estos infundios los oidores, algunos elementos de la universidad y ahora lo empujaban a expresar  con gritos y amenazas  su repudio a ese presidente  porque era un traidor.  Lo movían elementos criollos de La clase intelectual, doctores en leyes, Estudiantes de la academia Carolina y comerciantes antiespañoles, para que expresase sus ansias de libertad…..”

Anoticiados los revolucionarios d que en el local de l cabildo se encontraban los cañones,  los sacaron de allí, cargándolos con piedras porque carecían de proyectiles,  y las mujeres rasgando sus vestidos los daban para que sirvieran de taco a los improvisados proyectiles.

Al amanecer del 26 los guardias del septuagenario presidente se rindieron y este fue depuesto de su cargo y conducido preso al local de la universidad. Al entrar  en su prisión pronuncio las celebres palabras “con un Pizarro comenzó la  dominación española, y con un Pizarro comienza hoy la independencia”.

La audiencia  se hizo cargo del gobierno. Como dice un testigo presencial de los sucesos, “los mismos oidores, españoles y realistas, todos, cayeron en el lazo de los Zudáñez y se hicieron patriotas sin saberlo”.

 Lo que quiere decir es que la revolución estaba preparada y que estalo el grito de “viva Fernando VII”, que era la única de hacerla viable. El propio subdelegado de yamparaez, Alvares  de Arenales, también español, tomo el mando de milicias organizadas en la plata para mantener el orden y sostener la  revolución.

Ante el levantamiento de Chuquisaca el gobernador intendente de potosí, don Francisco de Paula  Sanz, al mando de un  destacamento, marcho sobre la sede  de la audiencia, “dispuesto a dar buena cuenta  de los insurrectos” pero, cuando se acercaba a Chuquisaca, una comisión  de los oidores  convenció al gobernador para que actuara con cautela al fin de no alterar la calma en el vecindario y evitar el sacrificio de vidas inocentes, por otro lado le hicieron saber que la vida de Pizarro corría peligro si sus  tropas actuaban con violencia. Los argumentos de los doctores de charcas convencieron a Paula Sanz, que retorno a potosí sin haber conseguido reponer a Pizarro sus funciones.

 

revolucion de chuquisaca

          

 

Revolución de Chuquisaca, 25 de mayo de 1809

25 de Mayo de 2008, 03:13

La Revolución de Chuquisaca del 25 de mayo de 1809 fue un levantamiento popular contra las autoridades de la Real Audiencia de Charcas en la ciudad de Chuquisaca actualmente conocida como Sucre. Es conocido en Bolivia como el Primer Grito Libertario de América, o la "Chispa de la liberación americana". El independentista Bernardo de Monteagudo la considera como el inicio de la Revolución del Río de la Plata.

Antecedentes
 
Antecedentes [editar]En 1808 Napoleón Bonaparte logró mediante las Abdicaciones de Bayona, la renuncia de Carlos IV al Reino de España e Indias en favor de Fernando VII y de este último en favor de los Bonaparte, quedando José Bonaparte como el nuevo rey de España y sus colonias. Esta crisis institucional y la consecuente invasión de España por el ejército napoleónico, propició la creación de juntas en la península, que desconocieron la autoridad dada a José Bonaparte, defendiendo los derechos de Fernando VII. En esas circunstancias en 1809, en Chuquisaca, y luego en muchas otras ciudades americanas bajo el dominio del Imperio Español, se detonó una crisis política a causa de la crisis institucional en la metrópoli y de las tensiones revolucionarias que venían madurando en las sociedades coloniales.


Goyeneche: entrevista en Chuquisaca
En 1808 José Manuel de Goyeneche, militar español, fue comisionado como representante plenipotenciario de la Junta Suprema Central de Sevilla para la proclamación del rey Fernando VII en el del Río de la Plata y en el Virreinato del Perú. Al pasar por Río de Janeiro camino a Buenos Aires, se entrevistó con la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII y reina regente de Portugal en el Brasil, con ambiciones de asumir los títulos de su hermano en tierras americanas. La reina Carlota le dio a Goyeneche cartas con sus pretensiones dirigidas a las autoridades coloniales que él iba a visitar. Goyeneche aceptó el encargo, sin comprometerse más que actuar de mensajero.

Tras pasar por Buenos Aires, cuando en los últimos días de 1808 Goyeneche llegó a Chuquisaca, sede de la Real Audiencia de Charcas, las noticias de su entrevista con Carlota de Brasil despertaron alarma en la población. A mediados del siglo XVIII la provincia de Chiquitos, en los llanos al oriente de Chuquisaca, había sido alcanzada por las incursiones de bandeirantes brasileños, quienes secuestraron para esclavizar a la población aborigen, recuerdo que despertó suspicacias en la población de la ciudad.

Las diligencias de Goyeneche fueron cortas, pues la Real Audiencia y su presidente Ramón García de León y Pizarro reconocieron la autoridad de la junta peninsular y las comunicaciones de la infanta Carlota no pasaron de meras formalidades que se despachan antes de que el plenipotenciario siguiera camino de Lima, en donde el virrey del Perú José Fernando de Abascal le otorgó el rango de brigadier y la presidencia provisoria de la Real Audiencia del Cuzco. En su estancia en Chuquisaca Goyeneche se entrevistó en varias ocasiones con García de León y Pizarro y con el arzobispo de Charcas Benito María Moxó y Francolí, ambos tenían previamente conflictos con los oidores de la Real Audiencia y con el cabildo eclesiástico respectivamente.

Eventos
 
El 25 de mayo de 1809 los oidores de la Audiencia de Charcas se hicieron eco de los rumores de conspiración carlotista y ordenaron el arresto del presidente García de León y Pizarro, éste al tomar conocimiento se adelantó y mandó prender a algunos de los oidores y miembros del cabildo de Chuquisaca, lo cuales se ocultaron y sólo pudo ser arrestado el fiscal Jaime de Zudáñez.

Encabezados por Bernardo de Monteagudo y otros seguidores de ideales republicanos, se realizaron protestas populares en las calles de Chuquisaca con el lema Muera el mal gobierno, viva el Rey Fernando VII!, fomentados por rumores de conspiración carlotista. Los estudiantes de la Universidad San Francisco Javier, descontentos también con el rector arzobispo Moxó y Francolí, se rebelaron, seguidos por el pueblo, pidiendo la liberación de Zudáñez y la renuncia de García de León y Pizarro. Como llamada al pueblo se tocó una de las campanas de la iglesia de San Francisco hasta rajarse. La campana ahora es llamada "La Campana de la Libertad" y se la toca cada 25 de mayo en honor a la "Chispa de la Liberación Americana".

El arzobispo Moxó y Francolí, acosado por una multitud y por pedido de miembros de la Audiencia inició gestiones ante García de León y Pizarro para que pusiera en libertad a Zudáñez. Al no tener respuesta, se presentó ante él una delegación compuesta por el subdelegado del Partido de Yamparáez, teniente coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales, el alcalde Paredes y el padre Polanco, solicitando el retiro de la artillería desplegada por el gobernador. García de León y Pizarro aceptó pero, una vez que entraron los delegados populares al palacio, sus oficiales leales rechazaron las exigencias y abrieron fuego sobre la multitud matando a algunos de ellos, el pueblo reaccionó apoderándose de la artillería y municiones, exigiendo la deposición y arresto del presidente. García de León y Pizarro dimitió y la Audiencia asumió el mando político y militar, nombrando a Álvarez de Arenales como comandante general y al decano de la Audiencia, José de la Iglesia como gobernador de Charcas. El presidente fue sometido a juicio por traición a la patria y la guarnición fue desarmada, pasando las armas al pueblo.[2]

Como el gobernador de Potosí, Francisco de Paula Sanz marchó con tropas sobre Chuquisaca en auxilio del presidente, Álvarez de Arenales organizó la defensa formando las milicias de Chuquisaca y Yamparáez con nueve compañías de infantería organizadas por los oficios de sus miembros: I Infantería (al mando de Joaquín Lemoyne), II Académicos (Manuel de Zudáñez), III Plateros (Juan Manuel Lemoyne), IV Tejedores (Pedro Carbajal), V Sastres (Toribio Salinas), VI Sombrereros (Manuel de Entre Ambas Aguas), VII Zapateros (Miguel Monteagudo), VIII Pintores (Diego Ruiz) y IX Varios gremios (Manuel Corcuera). Se formaron además tres partidas de caballería ligera al mando de Manuel de Sotomayor, Mariano Guzmán y Nicolás de Larrazabal, un cuerpo de artillería al mando de Jaime de Zudáñez y un batallón de pardos y morenos. La Audiencia de Charcas ordenó al Paula Sanz que retrocediera con sus tropas y éste obedeció. Enterado el virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, aprobó las acciones de la Audiencia.


Consecuencias
Hasta esos momentos, la revuelta de Chuquisaca no había sido independentista, sino que se intentó sostener los derechos de Fernando VII en contra de los carlotistas, pero un grupo de dirigentes de la revuelta llevaron adelante reuniones para aprovechar las circunstancias y buscar la independencia, entre ellos: Paredes, Mariano Michel, Alzérraca, José Manuel Mercado, Álvarez de Arenales, Lanza y Monteagudo. Desde Chuquisaca se enviaron emisarios a distintas ciudades, supuestamente para transmitir sus leales intenciones para con Fernando VII y con tareas encomendadas por la Audiencia, encubiertamente escogidos para fomentar los sentimientos independentistas entre los habitantes de otras ciudades. Monteagudo fue enviado a Potosí y Tupiza, Michel y Mercado fueron a La Paz, Alzérraca y Juan María Pulido fueron a Cochabamba, Joaquín Lemoine a Santa Cruz de la Sierra y Manuel Moreno a Buenos Aires.

Michel cumplió su cometido en La Paz, en donde permaneció un mes, logrando que los líderes independentistas locales depusieran el 16 de julio al gobernador intendente Tadeo Dávila y al obispo de La Paz, Remigio de la Santa y Ortega. Se formó allí una junta de gobierno independentista denominada Junta Tuitiva presidida por el coronel Pedro Domingo Murillo.

Mientras tanto, el intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz desconoció a la Audiencia de Charcas y a la Junta Tuitiva de La Paz, procedió a separar a los oficiales americanos del Batallón de Cívicos e hizo arrestar a varios simpatizantes de la Audiencia. Pidió ayuda al virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa y también al cacique aymara de Chayanta, Martín Herrera Chairari, famoso por su crueldad, pero Manuel Asencio Padilla con guerrilleros reclutados en Tomina y Chayanta, atacó a Chairari impidiendo que abasteciera con víveres y forraje a las tropas de Paula Sanz. Chairari fue degollado por aymaras que aprovecharon las circunstancias para liberarse de su yugo.[3]

El presidente interino de la Real Audiencia del Cuzco, brigadier José Manuel de Goyeneche, por instrucción del virrey Abascal, ofreció al virrey del Río de la Plata Baltasar Hidalgo de Cisneros sus fuerzas militares para actuar sobre los sublevados de La Paz y de Charcas. Cisneros aceptó el 21 de setiembre pidiendo que se coordinara con el general Vicente Nieto quien había sido nombrado presidente de la Audiencia de Charcas y viajaba desde Buenos Aires al mando de un contingente de casi un millar de soldados junto al subinspector general Bernardo Lecocq y al coronel Córdoba. Las tropas partieron de Buenos Aires el 4 de octubre de 1809, incorporando algunos soldados en Salta. Participaban soldados veteranos de Dragones, infantería y artillería, una compañía de marina y tropas milicianas de Patricios, Arribeños, Andaluces, Montañeses y Artilleros de la Unión. El 14 de diciembre llegaron a Potosí, a donde la Real Audiencia de Charcas envió una diputación avisando la liberación de García de León Pizarro y su sometimiento. Las tropas entraron pacíficamente en Chuquisaca el 24 de diciembre de 1809. Nieto hizo arrestar a los oidores de la Audiencia y a muchos de sus partidarios, entre ellos: Juan A. Fernández, Lemoine y Álvarez de Arenales, siendo remitidos a los calabozos del Callao. Zudáñez y Monteagudo huyeron de Chuquisaca, la Real Audiencia fue restablecida y las compañías fueron disueltas, pero el antiguo orden no volvería a ser el mismo.

El 25 de mayo de 1810 una revolución en Buenos Aires, desencadenó una serie de sucesos que desembocaron en la independencia de las repúblicas de America del Sur.

Controversia
Este evento es considerado por la tradición historiográfica como el primero de los eventos autonómicos que desembocaron luego en los movimientos independistas en la América Hispana. Sin embargo, en la historiografía reciente ha surgido una corriente revisionista que llama a este evento una revolución monárquica por sus expresiones de lealtad al monarca. Afirman que se trató de una revuelta que enfrentó a Fernandistas y Carlotistas en un contexto alejado de intenciones independentistas, criticando su actual condición de fiesta cívica patriótica. Se la pone en contraste con la revolución del 16 de julio en La Paz, bajo la dirección de Pedro Domingo Murillo, que fue una revolución abiertamente independentista. Señalan a la Junta Tuitiva que se formó en La Paz como el primer gobierno libre de América del Sur y origen de la independencia hispanoamericana.

Más allá de la postura revisionista, el líder independentista Bernardo de Monteagudo la consideraba, ya en 1812, como el inicio de la Revolución del Río de la Plata al escribir Ensayo sobre la Revolución del Río de la Plata desde el 25 de Mayo de 1809, en el periódico Mártir o Libre, en el tercer aniversario de la revolución.